El problema que pretendemos corregir se denomina deglución atípica o deglución infantil. Ahora mismo, tragas con la lengua entre los dientes, lo que produce la mordida abierta que tienes.
A partir de ahora vas a iniciar una serie de ejercicios para rehabilitar tu deglución. Con ellos conseguirás tragar correctamente, es decir, con la punta de la lengua apoyada en el paladar. Deberás realizarlos todos los días durante 30 minutos cada día. Estos ejercicios están agrupados en 5 series, de menor a mayor dificultad. Cada semana irás haciendo una serie nueva, para ir aumentando la dificultad.
a) Sacar la lengua hacia fuera todo lo que puedas y meterla de nuevo en la boca. Haz 10 series de 10.
b) Sacando la lengua, llevarla primero hacia la punta de la nariz y luego hacia el mentón. Haz 10 series de 10.
c) Con la boca cerrada, recorrer con la punta de la lengua los labios por dentro haciendo un círculo. Repetir 10 veces en sentido de las agujas del reloj y 10 veces en sentido inverso. Haz 10 series de 20.
d) Con la boca entreabierta, coloca la lengua en el paladar, justo donde la colocas cuando pronuncias la letra “N”, y traga saliva sin cerrar la boca. Vuelve a relajar la lengua y repite. Haz 10 series de 10.
e) Colocar un elástico en la punta de la lengua. En esta posición beber poco a poco un vaso de agua con la punta en el paladar (en el lugar donde la colocas cuando pronuncias la letra “N”), comprobando después que el elástico continúa en el mismo sitio. Si te tragas el elástico, coloca otro y repite el ejercicio. Haz 10 series de 10.
f) Utilizando dos elásticos, repite la serie anterior. Con dos elásticos es más complicado.
g) Igual que el ejercicio anterior pero colocando tres elásticos, uno encima del otro.
Además, como ya sabes que debes tragar con la lengua en el paladar, cuando comas y bebas, intenta hacerlo de manera correcta. No lo hagas bien sólo mientras haces los ejercicios.
Si haces bien los ejercicios, esperamos que en pocos meses el hábito se rehabilite. Si no es así, necesitarás la ayuda de un logopeda o un rehabilitador que te ayude a corregir tu hábito.
A continuación tienes un calendario en el que queremos que indiques si has realizado los ejercicios o no. Además, tienes un espacio para que al final de la semana te evalúes. Esto lo harás tú mismo. Tienes que apuntar si al comer y beber, ya consideras que eres capaz de tragar con la lengua en el paladar siempre, no sólo en el momento de hacer los ejercicios.
