Una placa (o férula) de descarga oclusal o de desprogramación es un dispositivo de tratamiento confeccionado a medida que debe ser meticulosamente adaptado por el dentista.
Su objetivo es diagnosticar y combatir la compleja patología causada o acompañante de los hábitos de apretamiento y/o rechinamiento dental, así como las sobrecargas neuromusculares que estos provocan.
Este dispositivo consiste en un aparato plástico bucal que se instala en una de las arcadas dentarias para evitar el contacto directo entre los dientes, permitiendo:
“Olvidar” las posiciones mandibulares inadecuadas generadas por un engranaje incorrecto de los dientes.
Llevar la mandíbula a una posición articularmente adecuada gracias a la orientación especial de las superficies de la férula.
Evitar el desgaste dental, ya que el material plástico es más blando que los dientes naturales.
Además, puede utilizarse con fines diagnósticos (diagnóstico ex juvantibus) en casos de disfunción articular cráneomandibular (también llamada síndrome de Costen, síndrome algo-mio-facial o dolor-disfunción témporo-mandibular), ayudando a determinar si la sintomatología es de origen bucal.
Este tratamiento no elimina por sí mismo el hábito de apretar o rechinar los dientes, ni garantiza la desaparición total de la tensión muscular o de las molestias articulares.
Sin embargo, su uso adecuado ayudará a aliviar el dolor muscular y proteger los dientes frente al desgaste.
Dado que se trata de un tratamiento complejo, su colaboración es fundamental durante el periodo de adaptación.
Durante las primeras semanas es normal que:
Sienta una sensación de cuerpo extraño, que desaparecerá con el tiempo.
Se aumente la producción de saliva, que luego se normalizará.
Tenga dificultades para hablar, que mejorarán con la práctica.
Note ligeras molestias o presión en las zonas de apoyo; si persiste más de 4-5 días o se forman heridas, consulte a su dentista.
Su férula debe mantenerse siempre limpia:
Después de cada uso, cepíllela con cepillo y jabón o pasta de dientes.
No limpiarla puede provocar mal olor o mal sabor.
Una vez por semana, sumérjala en agua con una pastilla efervescente limpiadora de prótesis dentales durante 1–2 horas.
Antes de volver a colocarla, enjuáguela y cepíllela con pasta dentífrica.
Colocación: Inserte la férula con los dedos y siempre mojada.
Nunca muerda para colocarla, ya que podría fracturarse o causar heridas en las encías.
Retirada: Extráigala tirando suavemente de ambos lados con los dedos, lávela y guárdela en un medio húmedo.
La férula requiere ajustes y revisiones periódicas.
Acuda con la frecuencia recomendada por su dentista, y nunca deje pasar más de 6 meses sin revisión.
Si no la usa durante varios días y al volver a colocarla le causa dolor, no la fuerce: podría haberse producido un movimiento dental.
En ese caso, contacte con la clínica para una revisión.
⚠️ Siempre que aparezcan molestias en dientes o encías:
Si son leves, espere 4 o 5 días (es normal durante la adaptación).
Si no desaparecen o empeoran, pida cita inmediatamente.
No intente ajustar la férula usted mismo.
Solo su dentista está autorizado para realizar modificaciones o reparaciones.
El uso adecuado de su férula es esencial para proteger su salud dental y aliviar los síntomas musculares o articulares. Siga las instrucciones cuidadosamente y mantenga sus revisiones periódicas.